RECUERDOS DE BIELORRUSIA 25 Abril 2016 – 30º Aniversario de Chernobyl

Dedicado a la memoria de Natalia Novikova. Su recuerdo sigue fuerte entre nosotros.

Mucho se ha dicho y mucho se ha escrito de la catástrofe nuclear de Chernobyl en 1986.
Aquel 26 de abril de 1986, no solo estalló el reactor 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, en la ciudad ucraniana de Pripyat, estalló también el último reducto de un régimen político que ni siquiera en tan grave situación, supo reaccionar con éxito. El silencio de esos primeros días fue cómplice y culpable de resto de la historia de Chernobyl. El gobierno de Moscú no reconoció públicamente el accidente hasta el 28 de abril.

  • Muertes inmediatas: 31 (según fuentes oficiales)
  • Muertes confirmadas en 2005 por la ONU: 4.000
  • Personas evacuadas: 336.000
  • Casos de cáncer diagnosticados y producidos directamente por el accidente: 93.000 (Según Greenpeace)
  • Mediciones en toda Europa, incluida España, daban altos niveles de yodo radiactivo en el aire que Europa entera respiraba, pero no hay la menor duda que el país más gravemente sufrió las consecuencias fue Bielorrusia

Treinta años después del accidente nuclear de Chernobyl, Bielorrusia ha avanzado mucho pero sigue marcada por la fatídica fecha de abril 86. Su población no solo vive bajo la sombra de la radiación, también sufre el estancamiento social y económico al que le somete el gobierno del actual régimen. Cerca de la frontera de Ucrania se encuentra la región de Gomel, una de las más afectadas por la radiación de Chernobyl. Al sur de esta zona se encuentran las llamadas “aldeas fantasma”, antiguos pueblos que tras la explosión de la planta nuclear ucraniana fueron abandonados por orden del gobierno. Algunos mayores decidieron quedarse pese al peligro de vivir expuestos a la radioactividad.
La situación actual del país deja al descubierto casos de abandono familiar, desarraigo, cientos de huérfanos y una apatía generalizada en la población de las aldeas.
Se cumplen ahora 30 años de la explosión de Chernobyll, yo mantengo vivo un puñado de recuerdos, sobre todo de su gente, de los niños y de los ancianos principalmente.

Para ellos, todo mi afecto y consideración.
26 de abril de 2016